12 Martes
Por malcolm
La industria del reciclaje ha comenzado a experimentar los efectos de la pandemia del coronavirus, según un comunicado del Bureau of International Recycling (BIR), quienes vienen reuniendo información sobre el impacto del Covid-19 en los mercados internacionales de reciclaje. Es cierto que China ya superó su pico de infecciones y está intentando volver a la normalidad, pero en muchos otros países aún estamos lejos de esa etapa, lo que crea un panorama fragmentado en dicha industria.
China está reanudando las operaciones e incluso la ciudad de Wuhan está reabriendo después de más de 2 meses de cierre. En relación con los últimos números de importaciones de chatarra no ferrosa, los volúmenes son más altos que en los meses anteriores. Sin embargo, la pandemia está causando un daño mayor a los envíos de este tipo de productos hacia la India, ya que se realizan pocas transacciones y tiene una logística complicada.
Por otro lado, la decisión de los fabricantes de vehículos en Estados Unidos de detener su producción, ha afectado enormemente a la demanda del aluminio. Sin ir muy lejos, en México se dio cuarentena desde el 30 de marzo generando un problema al no saber que negocios eran los esenciales y cuales no. Al no tener claridad de esto, los consumidores de metal se han pasado los días tratando de resolver esta confusión.
Hasta fines de abril la industria automotriz en este país estaba congelada debido a la incertidumbre normativa y la caída de la demanda mundial. Siguiendo sus pasos se encuentra la de fundición secundaria, a consecuencia de que no hay demanda interna de la chatarra de aluminio. Por el contrario, la industria de extrusión sigue funcionando y esto origina cierta demanda de fábricas y comerciantes de Estados Unidos, lo que ayuda a compensar los bajos volúmenes de su país. No obstante, se enfrentan a dificultades de horarios de envío y limitaciones de espacio en los buques o contenedores.
En los mercados internacionales se sigue viendo chatarra ferrosa a precios razonables, los puertos del mundo siguen abiertos a los graneles siendo la India el país con la mayor distribución a los contenedores. La industria de acero inoxidable ha tenido grandes cierres de capacidad de fundición en España, Italia, Francia y Bélgica, pero al parecer ya se resolvió porque los centros de producción ya han vuelto a su funcionamiento.
El mayor problema está en que el impacto en la demanda general es incierto, se han publicado previsiones que apuntan a grandes reducciones sugiriendo que los niveles de actividad vienen descendiendo a su ritmo más veloz desde la Gran Depresión (1930). Se proyecta que la demanda final sea aún débil, bajando el nivel de producción y tasas de recojo de chatarra de acero inoxidable; otra de las consecuencias será la reducción de la demanda de materias primas.
El mercado de chatarra electrónica de Grecia confirma que la desaceleración comercial ha generado que cada vez más empresas suspendan sus operaciones y el cierre de los puertos de la India afecta a las exportaciones. Lo bueno de la industria griega es que está incluida en los sectores que tiene derecho a recibir ayuda del gobierno.
La demanda de plásticos reciclados es muy baja debido al cierre de países y empresas. El precio del petróleo ha caído llevando el valor de las materias primas a los niveles más bajos de la historia. La pandemia ha desplazado temas ambientales urgentes que ocupaban los primeros lugares en la agenda, por eso la práctica de la economía circular se llevará a cabo de una manera lenta generando un efecto negativo en la industria del reciclado de plásticos.
Entre países como Indonesia y China se han reanudado procesos y alcanzado los niveles anteriores al virus, en Polonia se siguen recibiendo pedidos de la India a pesar del bloqueo, esto porque los importadores prefieren abastecerse para cuando se vuelvan a abrir los países.
La demanda en esta industria también es muy baja, lo que ha dado lugar al cierre temporal de muchas instalaciones en Europa, donde la recolección de textiles usados ha disminuido entre 20% y 70%. Mientras que el mercado de reciclaje de papel en Francia ha bajado hasta 65% de los niveles normales. Cabe resaltar que los envíos dentro de la Unión Europea están avanzando, pero al sur de Asia es casi imposible.
Desde fines de febrero, las fábricas de embalaje e impresión han reanudado su producción, así como también los centros comerciales y supermercados, aumentando considerablemente el nivel de papel recogido a diferencia de las zonas residenciales donde el incremento es más lento.
Lo importante en este momento es que las operaciones vuelvan a funcionar con normalidad para poder continuar con la economía circular deseada y volver a los procesos de reciclaje habituales, lamentablemente esto se ve afectado por la escasez de trabajadores y la logística, los costos fijos y sueldos del personal se han convertido en el desafío más grande de asumir por las empresas, lo cual ha detenido muchas de ellas.
