11 Miercoles
Por malcolm
En los últimos años, el asunto de la contaminación del medio ambiente es un tema que nos aqueja, y es lamentable aceptar que el daño es tan grave que ya no puede ser controlado por nosotros mismos, ya que la mayor parte de residuos que perjudican al planeta son emitidos por acciones empresariales.
Sin embargo, podemos contribuir dejando atrás hábitos negativos, eliminando de nuestras rutinas estas malas prácticas que solo están causando más daño a nuestro mundo.
Debemos resaltar que hoy en día, las nuevas generaciones están cada vez más preocupados por esta problemática y aparte de cumplir con aportar su granito de arena, optando por acciones positivas, salen a las calles a levantar la voz y contagiar a los demás a seguirlos en este cambio tan necesario.
A continuación, enumeraremos 6 de los hábitos más importantes que debemos dejar atrás o poner en práctica para que nuestro aporte se note.
Somos conscientes de la necesidad de tener un auto en la actualidad, pero no tanto del daño que le hacemos al medio ambiente; los vehículos son el transporte más utilizado y por eso mismo son la fuente de contaminación más grande del mundo.
Por ello se buscan métodos de transporte alternativos, desde un vehículo que funciona con electricidad hasta el uso de bicicletas o caminar; con esto no nos referimos a que no volverás a usar tu auto y deberás desecharlo, sino que optemos por alternar las opciones.
El hábito principal y más importante que debemos desarrollar es el de concientizarnos en el tema ambiental, como lo llaman algunos «pensar verde» y medir los recursos que se usan diariamente entendiendo que además de saber el consumo actual se debe tener un ideal para realizar una planificación y usarlo de manera responsable.
Hoy en día vivimos en una era digital y todo se hacer por medio de webs, aplicaciones, plataformas en línea, correos, redes, etc. Hasta el famoso e-commerce, y te preguntarás como esto ayuda al planeta, pues el uso de lo digital hace que se reduzca el uso de recursos naturales, como papeles para imprimir distintos volantes, documentos, objetos publicitarios, ahora todo se usa por medio de herramientas digitales, elementos que no contaminan directamente a nuestro medio ambiente.
La práctica de la importante regla de las 3R: Reciclar, reutilizar y reducir. Debemos intentar usar todo aquello que pueda ser reciclable, para que no vaya directo a contaminar nuestros suelos y mares, sino que mediante un proceso químico pueda ser usado nuevamente o crear otros productos, además de llevar todos nuestros desechos a contenedores autorizados y bien señalizados sobre la clasificación de los residuos.
Reutilizar, es decir darle una segunda vida a todo aquello que está por convertirse en basura, crearle una nueva utilidad a lo ya usado y por último reducir, algo que hasta el cansancio repetiremos, no pedir bolsas ni envases plásticos innecesariamente, nada de latas que vayan a terminar en los océanos atentando contra la vida de las criaturas marinas.
Esto va de la mano con el reciclaje, pero con artículos especiales que necesitan una forma particular de ser eliminadas o llevadas al basurero.
Consumir productos en su forma más natural es una manera de respetar el medio ambiente, el comportamiento alimenticio puede ser muy dañino, por eso debemos pensar dos veces a la hora de comprar productos de consumo, evaluando cómo fue realizado el mismo o si envasado, si tienen prácticas perjudiciales en contra del planeta o si usaron pesticidas tóxicos. Es cierto que los productos orgánicos sueles ser más costosos, pero si ponemos en una balanza nuestra salud y el futuro de nuestro mundo, la elección no será difícil.
Viendo las cosas de esta manera, dándonos cuenta de que cosas tan simples pueden hacer tanto daño, nos da el poder de seguir sumando acciones diarias para contribuir con el bienestar de nuestro planeta, promovamos una cultura para respetarla y ser responsable con ella.