Las empresas B son un nuevo modelo que utiliza el poder que tiene el mercado para brindar soluciones a problemáticas sociales y ambientales; con la idea de sumar intereses que ya no sean financieros, sino que cumplan un compromiso de hacer un impacto socio-ambiental positivo.
Esta nueva denominación nace como iniciativa de B Lab, una compañía estadounidense creada en el 2006, la cual trata de crear las condiciones que se necesiten para que las empresas que tienen una vocación sostenible sean prósperas, se puede decir que usan su poder como empresas privadas para generar beneficios públicos.
Las empresas B saben que su éxito no solo se basa en su facturación o utilidades, estas pasan a ser un medio y no el fin principal, sino que buscan integrar los beneficios con el impacto socio-ambiental; esto significa redefinir el éxito de las organizaciones, el respeto a la naturaleza, los beneficios laborales y acción social están entre sus objetivos más importantes, toman en cuenta a los consumidores, trabajadores, a la comunidad, inversores y el ambiente. Este compromiso por generar un cambio compartido por varias empresas permite que se conforme una comunidad de organizaciones.
Un grupo de profesionales, promoviendo esta iniciativa, decidieron crear una plataforma llamada Sistema B, inicialmente funcionando en Latinoamérica y ya cuenta con varias empresas certificadas en Colombia, Chile, Argentina, Brasil, Ecuador, Paraguay, Perú y Uruguay. Actualmente unas 70,000 empresas en el mundo usan la herramienta para medir y gestionar sus impactos en la comunidad, pero no todas logran cumplir los requisitos.
La certificación se basa en una revisión a detalle de los procesos que tienen las empresas que buscan mejorar y aprovechar las oportunidades para lograr ser un agente de cambio, cabe resaltar que el Sistema B no solo certifica, sino que también capacita, conecta y crea.
Ya son más de mil compañías a nivel mundial que han obtenido la certificación de Empresa B, lo que les permite salir de un mercado saturado ofreciendo una visión actualizada y positiva, además de perseguir un “Triple Impacto”, que consiste en tener un propósito relacionado a generar un cambio positivo en el ámbito socio-ambiental, por otro lado tener la responsabilidad de velar por los intereses de los trabajadores, la comunidad y el medio ambiente; y por último publicar los informes anuales de manera transparente, lo cual debe estar certificado por un organismo externo que verifique el cumplimiento de su compromiso socio-ambiental.
El requisito principal es tener al menos 12 meses de funcionamiento, o en el caso de empresas nuevas pueden obtener un sello de empresa B pendiente.
El segundo requisito es cumplir con el siguiente proceso: