El calentamiento global no es más un problema inalcanzable, en los últimos años hemos tratado el tema muy a la ligera pero hoy en día es algo preocupante que debemos cambiar, así sea desde pequeñas acciones en nuestras rutinas diarias o invitar a la mayor cantidad de personas en nuestro entorno a participar de este cambio; de lo contrario los daños que se originen serán devastadores e irreversibles.
Si queremos empezar a frenar estos daños y convertir el mundo en un lugar mejor para nuestros niños y futuras generaciones, debemos hacernos cargo y lo mejor es iniciar informándonos; a continuación, te contamos un poco sobre las consecuencias que sufre la tierra cuando la contaminamos tanto.
Cuando los gases tóxicos se acumulan, se produce un aumento en la temperatura del ambiente, lo que influye directamente al cambio de los climas originándose sequías y por otro lado aumenta la posibilidad de sufrir incendios forestales.
Cuando las temperaturas son muy altas las lluvias se vuelven menos frecuentes y con eso se hacen más intensas, lo cual provoca que se originen inundaciones cada vez más graves dependiendo la fuerza de la tormenta.
Debido a los cambios que sufre la temperatura, se crea un ambiente cálido y templado, lo cual se convierte en un nido acogedor para la propagación de algunas enfermedades que ya estaban olvidadas en los países desarrollados o lugares fríos.
Los océanos al calentarse tanto disuelven el hielo de los polos, lo cual hace que el nivel del agua aumente; al darse ese crecimiento en los mares puede resultar muy peligroso porque suelen desaparecer islas o bañar zonas costeras al subir la marea.
Otra consecuencia del calentamiento de la temperatura de los mares es que los huracanes se tornan más violentos, esto porque la función que cumplen es ser el medio para transportar el exceso de calor de una zona cálida a otra fría. Cuanta más temperatura más huracanes, y todos los peligros que traen consigo: destrucción de la ciudad, de los cultivos, enfermedades, entre otros.
Muchas especies observan como su hábitat cambia repentinamente de temperatura y no se adaptan a sus nuevos climas con facilidad. Por ejemplo, los osos polares mueren al intentar alcanzar los hielos que flotan, cada vez más pequeños porque se van derriten.
Cuando vivimos en climas extremos, el nivel de estrés es mayor, así como también la ansiedad y depresión. ¿Pero por qué se produce esto?
La contaminación genera partículas que están en el aire produciendo la oxidación de proteínas y lípidos, lo que disminuye el efecto metabólico del cuerpo humano. Además, el estrés y la contaminación crean enfermedades al estómago y sistemas respiratorio.
Como resultado de un estudio realizado en Colombia, se llegó a la conclusión que el exceso de calor provoca partos prematuros, lo cual por el momento no es alarmante por la escasa cantidad, más si dejamos que la contaminación aumente tendremos más casos similares.
La ONU considera que en 2050 habrá 150 millones de refugiados por causas climáticas, los cuales tienen que abandonar sus hogares como consecuencia de sequías, tormentas y/o huracanes.
Ahora mencionaremos algunos cambios que debemos realizar para poder sumar un granito de arena y evitar que el calentamiento global aumente: